viernes, 14 de diciembre de 2012

Arena




Soy áspera roca que de esperanza ni una gota ya destila
Soy brisa seca que aventa el alma
hueco ladrido de un perro flaco y estrábico
alumbrado por esta luna espejada y vana.
Entre callejuelas encaladas de hipócrita cal y abrasador
cemento, esquinas y ángulos de mi corazón someto
a esta refinada tortura del ceremonial paseo.
En recorridos espirales, se nutre mi alma de lejanos
espectros. Te presagio, oh dulce amor, siempre arriba,
tras el arco, más te escondes y te abrigas de mi gélida
mirada pues conoces bien mi secreto.
Seca roca que de esperanza ni un aliento ya exhala
así me piquen y me muelan y en arena basta
me transmuten los obreros del alba
Que así, siquiera, tenga una utilidad;
hoyada por tus pies te soporte, blanda
y me humille a tu amor y tus pisadas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario