Queda en Setenil

De roca dura pero amable
enamoradas calles cortadas
a mordiscos.
Onírico paisaje
Inevitables balcones asoman
al abismo
Queda en Setenil
Ay, quedémonos
donde el rio es un gusano que horada
la tosca recia y milenaria
y la prepara
para que mujeres, niños y hombres
de mirada limpia y clara
la vivan
y la prodiguen de amor,
de esfuerzos , de palabras que
de balcón a balcón saltan
y en ecos de nata y ocres rueden
pecho arriba, donde la luna clara
alumbra sus noches
de anis
de agua
de pan recién horneado
de guisos de carnes especiadas
de fragancias soñadas
de aromas de niñez
que olvidados esperaban
en tu memoria...
Queda en Setenil
a paso lento, por sus calles empinadas
disfruta de ti mismo:
Setenil te acompaña.

Anclame

El almibar de tus ojos
néctar velado de tu pensar,
faro de tu sonreir travieso.
Tu andar felino y suave,
música de tus caderas
cintura breve y pies leves
que me atraen al norte
de tu rostro en mi ser grabado.
Brújula fiel y tormento dichoso.
Electrizante diosa.
hechizo del roce casual de tu mano.
Imán de mi alma y de mi habla.
Primavera y verano,
otoño e invierno ambos...
Si callado me oyes..
si con silencio te hablo
desde este casco a la deriva
ánclame
con amoroso abrazo.

Clavel

Hay noches que se me clavan
como tallos tronchados de claveles mustios,
donde el silencio aúlla por las cabezas de perro
de la máquina de escribir de un poeta
en blancas sábanas de papel.
Donde la soledad es mi vértigo
y la llave a un pliegue que asoma a otro mundo
donde la luz es ángulo polvoriento
de miriadas de universos,anodinos y terribles
en su magnifico sobrar.
Hay noches, entiende, que la soledad es mi otro amor
y sus brazos egoistas me atraen suavemente a sus labios.
Porque hay noches que el sueño me arropa y da descanso
llevandome contigo en un sutil engaño.
Hay noches que se clavan, y por momentos sueño que soy feliz.

Eternamente

Eras tú.
En el aire húmedo
y cálido de Julio
suspendí el tiempo
en el filo albo
de un largo paseo.
Te miro,me asomo
a una honda quebrada
de años y silencio
que tu sonrisa
de pronto, rasga.
No eras tú
Eres tú, ahora

Azul

La piel de ángel
de tus besos suaves
azules son sombra
bajo el sol ardiente
de tu mirar arcano.
Ven..o voy
y ámame como soñé
o a tu manera delicada
y sutil celeste
del frufú de tus alas.
Pero ven..o voy
que la vida es larga
y tu amor eterno
como la espera de este
enamorado
que te prometió,
hace años, sabes,
amarte siempre.
Azules son tus besos
y es miel tu mirada.

Arena

Soy áspera roca que de esperanza ni una gota ya destila

Soy brisa seca que aventa el alma

hueco ladrido de un perro flaco y estrábico

alumbrado por esta luna espejada y vana.

Entre callejuelas encaladas de hipócrita cal y abrasador

cemento, esquinas y ángulos de mi corazón someto

a esta refinada tortura del ceremonial paseo.

En recorridos espirales, se nutre mi alma de lejanos

espectros. Te presagio, oh dulce amor, siempre arriba,
tras el arco, más te escondes y te abrigas de mi gélida

mirada pues conoces bien mi secreto.

Seca roca que de esperanza ni un aliento ya exhala

así me piquen y me muelan y en arena basta

me transmuten los obreros del alba

Que así, siquiera, tenga una utilidad;

hoyada por tus pies te soporte, blanda
y me humille a tu amor y tus pisadas.

Olvido

Primero fue vaga,

después perfilada

la linea de luz

que rasgaba mis pupilas

con anzuelos y espinas

y dagas y puñales 

clavandose en el alma

de mi consciencia,

y me trajo de los dulces sueños

donde la coraza de bondad,

de bondad falsa

que me fui construyendo

para protegerme de mi,

para no dañar a los demás,

con mazas abolla y desgarra.

! Despierta, mira!, zarandea

con violencia mi cara

y me muestra mi alma

negra y desangelada.

Mira cómo fuiste

no olvides, no eches

adelante tu mirada.

La luz se apaga,

de nuevo se rehace la coraza

y en verdes prados

me solazo y paseo

bajo un sol redondo

y estival y luminoso

y olvido, y rehago

el sueño dulce 

(ahora no)

donde anidaba

complacido en mi

propio olvido,

sin prisa, sin ansia,

sin alma.